Historia de Asproseat

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Nuestra razón de ser

La entidad nació el año 1979, fruto de la necesidad de un grupo de padres, trabajadores de una empresa automovilística, que tenían hijos con discapacidad y en aquellos momentos se les acababa la etapa escolar.

Dado que en aquella etapa existía una masa social muy importante, se juntaron para crear una Asociación. Hay que destacar que algunos de estos miembros fundadores todavía están en los órganos directivos de la entidad.

En aquella época se empezó a trabajar con 6 usuarios en una etapa asistencial, en un pequeño local hasta llegar al que actualmente es el Grup Asproseat.

La creación del Centro Ocupacional

El año de la creación del Centro Ocupacional 1981 fue también el Año Internacional del Minusválido. Según se recogía en la época, la campaña de las Naciones Unidas para aquel año iba a basarse en «la total integración e igualdad de derechos de los minusválidos en todos los ámbitos de la vida».

El objetivo histórico como Centro Ocupacional siempre ha sido facilitar a los usuarios, mediante una atención diurna, su máxima integración social, especialmente en el barrio donde se ubica el centro. Este objetivo fue especialmente difícil de conseguir atendida la estructura del barrio de la Zona franca.
Desde el inicio se hizo mucho énfasis en poder utilizar los servicios y recursos que ofrecía la comunidad.

Un hecho destacable fue el uso del servicio de comedor a «El Casino» -entonces comedor social de SEAT-. Así los miembros de la entidad se convirtieron en los primeros clientes que tuvo.

El primer hogar-residencia

Años después se detectó la necesidad de un recurso residencial -dado que no existía este servicio en el Distrito- y respondiendo a la demanda de los padres, la asociación decidió crear un hogar-residencia que daba opción de disponer de este servicio principalmente a aquellas personas disminuidas psíquicas más necesitadas, fuera por falta de familia o por problemas en esta que desaconsejaran la convivencia en el núcleo familiar.

Desde un principio se previó que diera respuesta a aquellos usuarios que lo pidieran como opción de vida en un futuro más o menos inmediato. El año 1986 se compraron dos pisos contiguos, al número 165-167 del paseo de la Zona franca, todavía en construcción en aquellos momentos.

La puesta en marcha de uno
Centro Especial de Trabajo

La idea de insertar pequeñas unidades de trabajadores disminuidos a cargo de un profesional en empresas ordinarias continuaba siendo, para la entidad, la propuesta más normalizadora. El enclave que se integró en una empresa del Prat surgió a raíz de una contrapropuesta hecha a la empresa que nos contrató. En un primer momento la empresa quería que la asociación hiciera los trabajos a nuestro taller. Después de varias conversaciones se puso en marcha con tres trabajadores disminuidos y un profesional realizando la limpieza industrial de toda una factoría que fabricaba asientos, cabezales y alerones para diferentes firmas del sector del automóvil. Esta experiencia se inició el 1987 y finalizó el mes de diciembre de 2003.

A raíz de esta inserción y de una demanda por parte de la empresa para que la APTSHD también llevara la jardinería de la factoría, se contrató un técnico en jardinería y se formaron en esta área dos de los trabajadores. Con el tiempo, esta sección se fue ampliando y fue necesario contratar personal disminuido especializado, así como ampliar el horario del jardinero. De este modo es como nació la sección de jardinería.

Posteriormente la idea respecto al Centro Especial de Trabajo varió. El propósito pasó a ser de crearlo en un edificio adquirido en 1992, donde se hacían manipulados y fundición. El centro ha ido creciendo hasta llegar el que es hoy en día.

¿A dónde queremos llegar?

Queremos llegar lejos, pero no de cualquier manera. No merece la pena tener mucho o ser muy grande, si en realidad no eres de los mejores. No por mucha cantidad hay mejor calidad. No para evolucionar rápido los cimientos son mejores.

No es casual que nuestro Centro Ocupacional se diga así. En aquella época -estamos hablando del año 1981- se decían talleres y el decreto se hizo en 1987. Tampoco es casualidad que a nuestros profesionales los dijéramos educadores ni que habláramos de trabajo en equipo, de parejas terapéuticas o de enclaves en la empresa ordinaria. Tampoco es casual que creamos más en las personas que en los establecimientos.

Nuestro futuro está lleno de ilusión y de objetivos en una nueva dimensión de las entidades de servicios sociales, y más concretamente en el mundo de las personas con discapacidad.

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